¿Qué es esto?

Este blog pretende recoger el día a día de un libro, lo que dicen de él, a dónde viaja, con quién, ...
Busca también tu complicidad, te cuenta para que tú le cuentes si te apetece, si lo ves necesario.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Ababol-la verdad

El pulso de tu mano
 27.06.15 - JOSÉ BELMONTE

 Antonio Aguilar es un poeta que inició su andadura hace ya algunos años, cuando era muy joven, un muchacho con toda la vida por delante, feliz e indocumentado, que diría García Márquez. Y comenzó con un libro de gozosa lectura que no pasó inadvertido, 'El amor y los días'. Ha continuado su aventura literaria con 'El otoño encarnado de Ives Roca' y 'Allí donde no estuve', obra con la que consiguió ser accésit del prestigioso premio Adonais. El libro que ahora nos ofrece, 'La noche del incendio', editado con la elegancia que suele ser habitual en Huerga y Fierro, supone, para empezar, la confirmación de una trayectoria brillante y sólida, sin fisuras, de un escritor más dado al silencio que a las comparecencias públicas. 'La noche del incendio' es, para empezar, un libro hermoso. Una obra meditada y muy trabajada de principio a fin. Desde la cita con la que se abre el volumen, de Kathlee Raine, la británica de la que ya muy poca gente se acuerda, hasta ese colofón final -soberbio, impactante y sobrecogedor poema para tener siempre presente, para enmarcar y leer de vez en cuando-, titulado 'Hoy ha muerto mi abuela'. La tonalidad es siempre la misma. Y el ritmo, el adecuado para lograr la cadencia precisa verso tras verso, lo que contribuye a darle unidad a un libro que se nos antoja compacto, como si fuera un todo indivisible, lejos de las ya acostumbradas y consabidas colecciones de poemas. 'La noche del incendio' es un libro donde se habla de amor. Un libro tiernamente melancólico. Y un libro de amor que huye, con destreza y pericia, de los consabidos tópicos. Aunque ya de por sí es un libro soberbio, algunos de los poemas integrados en el mismo llaman la atención de un lector exigente que, de ningún modo, puede pasar de puntillas ante sus palabras. Poemas sugerentes, poliédricos, cargados de un meditado simbolismo, como el que abre la propia obra, 'Vendrás una mañana devorando a los perros', o los titulados 'Sábado', 'Últimos días de verano' o 'El arte de empezar', cuya quinta parte, 'Máscara', compuesta tan sólo por dos versos, es una verdadera joya: “El pulso de tu mano/ no es el pulso del mundo”. 'La noche del incendio' responde a ese lenguaje de sencillez abrumadora al que nos tiene acostumbrados su autor. A esa poesía repleta de silencios, de miradas y de luz suave, como una límpida acuarela; de amortiguada felicidad y vencejos que ponen con sus alas un paréntesis a la tarde. Y un libro, además, en donde destaca la carnalidad, la corporeidad tangible y real, con la que se hace constante alusión a unas manos húmedas de tender la ropa. La vida misma, cotidiana y sencilla, convertida ahora en poesía.

http://ababol.laverdad.es/libros/6281-el-pulso-de-tu-mano

domingo, 14 de junio de 2015

Cati Al-ab y el chocolate

Mi amiga Cati, a través de su muro en facebook, dedicó varios estados a hablar de La noche del incendio. Me emociona que alguien a quien conozco se acerque a mi libro de otra manera, desde la actitud del lector que quiere hacer suyos aquellos poemas y, que en realidad, estaban escritos para eso. Gracias, Cati. Sé que te provocará cierto rubor verlos aquí, pero las cosas que uno escribe una vez que las publica dejan de pertenecerle. Como dice el cartero Mario Ruopolo a Neruda en el libro de Fernando Skármeta, los poemas no son de quien los escribe sino de quien los necesita.

Foto de perfil de Cati Al-ab en facebook
27 de marzo

"Desde la semana pasada ando esperando la semana que viene , y ya está aquí. Me siento como el principio sabiendo que vas a llegar. Y por fin veo una fecha para el deleite. Es de egoísta disfrutar sola , y no quiero pecar. Compartir un amigo no puedo, pues es cuestión de viceversa , pero si un gran escritor , y así lo hago. Su poesía cautiva , sin hacerte prisionera porque siempre te deja libre , como el mejor de los chocolates , que se diluye en la boca y despacio desaparece , dejándote ese bienestar que reconforta. Que ganas tengo de ver que se ilumina tras esa portada , algo bueno seguro."

11 de abril
"LA NOCHE DEL INCENDIO" de ANTONIO AGUILAR En cierta ocasión , comparé la poesía de Antonio Aguilar con el mejor de los chocolates, que se diluye en la boca y despacio desaparece dejándote ese bienestar que reconforta. Sigo ratificándome en mi comparación, pues yo, cuando me tomo una onza, a los diez minutos vuelvo con el intento, y así repetidas veces hasta que desaparece la tableta.Pues bien, cuando compré su libro, en el camino de vuelta a casa, mi impaciencia me llevó a la acción, ( como con el mejor de los chocolates) , y paré en medio de la acera, en seco, como quien , ademas de detener el paso , quiere detener el momento. Abrí "La noche del incendio" por donde me indicó el ímpetu, y leí... y estiré una sonrisa de felicidad, ! qué bonito!, ! qué bien sabía! !que reconfortante!. Respiré profundamente y sin exhalar nada del aliento adquirido continué la marcha , ya más "tenue" y calmada, eso sÍ, hasta llegar al semáforo , en donde repetí la acción, y así paulatinamente. El atracón de versos fue tremendo, dulce , vivificante... como el chocolate, y por supuesto , creando adicción. Ahora, ya en casa, dosifico los impulsos para su lectura, dedicándole el momento más grato de la noche, que es cuando sus versos mejor acarician el pensamiento, y el chocolate de sus poemas empieza a hacer su efecto. Antonio , nunca pensé que la palabra pudiera estar tan llena de sentido. A vosotros , amigos que compartís este muro, y con permiso del autor, os invito a que alcéis el vuelo hasta "el fondo del abismo"...que tal vez no existe, y disfrutéis con el sabor del mejor de los chocolates, su poesía."

30 de abril

"LO QUÉ ME GUSTA LO COMPARTO En este momento , y ante la imposibilidad de comer "chocolate" , me dejo llevar por el sonido de su canción, y reconozco que me gusta casi tanto o más..... y me permito darle al "pause" y al "replay" tantas veces como me place."




Los primeros ejemplares en las librerías

La noche del incendio es una canción de Christina Rosenvinge de su disco La joven Dolores. También es el título de mi nuevo libro que intenta ser como el disco de Christina un objeto de placer, de ese placer que entra por los sentidos y se queda en la mente, que se disfruta o se devora o ambas cosas a la vez, porque no son contrarias ni incompatibles. Un libro para relamerse. En él, además de mi infinito agradecimiento a Christina Rosenvinge, hay otros. Hoy traigo los dedicados a Clara Janés, Anne Carson, Kathlee Raine, Louise Glück y Olvido García Valdés, por incendiar las páginas de este libro. A partir del lunes 30 de marzo estará a la venta en las librerías.





miércoles, 10 de junio de 2015

Luz

Le propuse a mi compañera Reme, Reme Pérez, Redi, que diseñara el motivo de la portada. Esto no es un acto de generosidad, al menos por mi parte, es en realidad un atraco. Ponte en situación. Le dices a alguien, que es tu amigo, que te diseñe la portada de tu libro, que por otro lado no conoce, que podría ser que ni siquiera le gustara, pero ahí estás tú con tu sonrisa de pedir cosas y Reme dice que vale, que le echará un vistazo a los poemas a ver si se le ocurre alguna idea.

Y le envío los poemas y no sólo le echa un vistazo sino que los lee con mucha atención y ve lo que tú no sabrías ver con esa claridad con que ella lo ve. Y me contagia, de nuevo, una ilusión por mi propio libro, la de la complicidad, porque además ella ha hablado con Fernando Muñoz, vamos, su Fernando, y han leído los poemas los dos y esto es lo que ellos leen:
Y en realidad al final son ellos los que te han hecho el regalo. Producciones Z lo firman sin saber que sientes un poco de envidia por eso que ellos han hecho, nada más y nada menos que ponerle cara a tu criatura.

La foto de César

Poco a poco el libro ha ido tomando forma. Desde el principio, en los aspectos formales en los que he podido participar, que prácticamente han sido muchos, intenté que el objeto se volviera un punto de encuentro, una suma de amigos que contribuya al libro como un algo más. Así que una mañana quedamos César Cerón, Luz Calero y yo para ver qué hacíamos con la foto de la solapa.

Luz Calero hizo de reportera. Ella siempre tiene una forma curiosa de participar en todo, como que no, pero ahí está. Estuvimos merodeando por los alrededores de casa, buscando algo, pero todo parecía demasiado a propósito. Era en realidad la segunda sesión. Y la cosa no cuadraba.

Foto de Luz Calero

Así que nos fuimos a tomarnos una cerveza, con una serie de imágenes que a César no le terminaban de gustar. Y yo le enseñé unas fotos que me había auto-tomado mientras acompañaba a Alonso en un parque. Pensativo, relajado, pero con algo que la foto no tenía pero que César supo añadir.




y así poco a poco llegamos a la definitiva, una foto en la que César ha sabido verme al menos como yo me veo.

Primeras noticias: Le vamos a publicar el libro

Un día del caluroso mes de agosto de 2014 recibo un mensaje. Hacía unos seis o siete meses que había enviado el libro a Huerga y Fierro editores. Se lo envié a través de un amigo común, y desde entonces no había vuelto a tener noticias sobre el libro, lo que no es muy venturoso en el mundo de la edición. Estaba un poco expectante, pero cada vez menos expectante y más decepcionado.
De pronto miro el visor del móvil. Estaba en la playa. Y veo que ha entrado un correo nuevo. Algo breve, escueto, sin muchos rodeos: "Le vamos a publicar su libro. Por favor, envíanos la versión más actualizada del libro".